Carmen Sánchez Viamonte es cantante y compositora nacida en La Plata,
Argentina. Sus comienzos se remontan al 2016, cuando sacó su primer material con
La Nena Transformer. Al separarse el conjunto, comenzó un recorrido como solista:
en 2018 publicó su primer disco “Episodios del Deshielo”, en marzo de 2019 lanzó el
EP “EVA” y en noviembre del mismo año su álbum en banda con su último proyecto,
La Sánchez Viamonte. Su último material solista, “La Fuerza”, lanzado en julio del
2022, expone canciones de pulso rockero, sensible, filoso y catártico que se debaten
entre el adentro y el afuera, lo íntimo y lo público, el odio y el amor, los espacios de
luz dentro de la oscuridad. Este trabajo fue señalado por la revista Rolling Stone
como uno de los más destacados del año por prepotencia artística y seducción
inmediata, posicionandola como una de las nuevas voces del rock feminista del
momento.
Las contundentes canciones de rock que propone esta artista se combinan con
otras variantes del groove y del funk, a ellos se suman originales y frescos matices
pop, ante todo se escucha una sonoridad propia y un claro sello autoral. Su
desarrollo la ha llevado a escenarios como Rock en Baradero, Festival FINDE en el
Estadio Único, El Teatro Argentino, ciclo Un Mapa en el Centro Cultural Kirchner,
entre otros.
Actualmente se encuentra presentando su nuevo disco “Mala”, lanzado el 31 de
octubre de 2023, del cual se lanzó casi un mes después “Mala” (Edición Malísima)
que incluye tres bonus track.
En sus presentaciones Carmen sumerge al público en un universo propio, a través
de las canciones relata un recorrido con distintas facetas, piensa el show como un
acto de magia colectiva con el único objetivo de conmover e inspirar a sus
interlocutores. Con una intensidad que se destaca en un contexto apático, la artista
busca interpelar y generar un diálogo, evidenciar la violencia que trae consigo el
discurso de indiferencia y superficialidad que prolifera en estos días, y
contrarrestarlo con un mensaje de profundo amor y orgullo, devolviéndole al rock su
esencia contracultural y de protesta, basándose en el gran poder de la música para
construir un mundo mejor.